20060216

Reflexiones


* Lic. Ana C. Pabón P.

Señores padres o representantes, el futuro esta lleno de responsabilidades, sus hijos reclaman la vitalidad material y espiritual necesaria, para llenar su cometido de futuros creadores de una nueva generación.

En la actualidad nos sentimos alarmados justamente por los nuevos derroteros que parece seguir una parte de la juventud presente, orientada hacia un precipicio don-de peligran no solamente las virtudes familiares, sino también las virtudes cívicas.

La juventud masculina empieza a girar como juguete en torno de un hacinamiento de malas pasiones donde peligra su propio futuro y el porvenir de muchas generaciones. Es aterrador pensar que hijos nacerán de esos hombres que ignoran hasta el más rudimentario concepto de la dignidad.

Es ahora cuando más eficiente debe ser la labor de los padres dentro y fuera del hogar, ninguna influencia puede superar a la que los padres ejercen, donde al con-batir en buena lid encuentran el buen camino para sus hijos.

No toda la culpa debe caer sobre la juventud descarriada, algo de ello les toca a los padres, que no han sabido canalizar la vida de sus hijos, para que sea fe-cunda en frutos de nobleza y de dignidad. Ha faltado en el hogar el laico sermón de los consejos paternos, o la sana orientación maternal, que apartan al hijo del camino escabroso.

Sin embargo, todavía se esta a tiempo, todavía las palabras pue-den encontrar eco en los espíritus adormecidos, pero no muertos, de sin brújulas y sin fe.

La juventud por no se qué misteriosas atracciones atávicas, busca rutas distintas a las que le ofrecen los padres, tiene en el anhelo de los horizontes sin término y de las rutas sin fin, y emprende vuelos locos, donde a veces se le queman las alas cuando apenas empezaba a agitarlas.

Nunca como ahora, tienen acumuladas responsabilidades, la palabra, el ejemplo, la paciencia y su fé. Éstos son los factores principales que entrarán en juego para vencer en esta lucha que se inicia y de la que saldrá bien librada la juventud si lleva como guía a los padre bien orientados y conscientes.